viernes, 27 de marzo de 2015

LA PRIMERA VEZ QUE SALÍ DE MI PAÍS

La primera vez que salí de mi país, fue un día triste y, a la vez, con muchas ilusiones, porque la idea era irme a otro país para mejorar la vida de mi familia. Porque en Brasil, mi familia era menos que pobre.
El llegar a España sin hablar castellano fue un poco difícil.
La primera vez que comí tortilla. La primera vez que pase frío. La primera vez que tuve que aprender a ir sola por otro mundo.
La primera vez que hablé castellano, tuve que hablar sí o sí. Tenía que pedir un filete para comer, y no sé cómo el camarero me entendió. Tuve que hacer señas para explicar que lo que estaban comiendo en la otra mesa, era lo que yo quería. Nada, al final salí con la tripa llena y riéndome de la situación.
Al cabo de los años, aprendes muchas cosas, y ya puedo defenderme en muchas situaciones. Ni todo es tan malo, ni todo es tan bueno.

                                      Rosana Barbosa de Freitas

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